GRIPE

  La gripe es una INFECCIÓN AGUDA DEL TRACTO RESPIRATORIO de origen VÍRICO.
  Es causada por el virus Influenza. Los tipos A y B son los responsables de las epidemias estacionarias provocando una elevada tasa de hospitalización. El tipo C causa una infección respiratoria moderada, a veces asintomática. La capacidad de mutación (cambios en su material genético) de este virus, hace que aparezcan nuevas cepas para las que el hombre no posee inmunidad.

  Después de que el virus haya infectado nuestro cuerpo, el PERÍODO DE INCUBACIÓN es de 18-36h ANTES de que aparezca la sintomatología.
  
El ATAQUE AGUDO de gripe comienza de manera repentina y cursa con los siguientes SÍNTOMAS: FIEBRE (de 37,7ºC a 40ºC, durante una media de 3 días), DOLOR y DEBILIDAD MUSCULAR (mialgia), ESCALOFRÍOS, CEFALEA, DOLOR DE GARGANTA, TOS SECA, LETARGIA. La mayoría de las personas padecen la enfermedad durante un período de tiempo entre 6 y 10 días. Normalmente, la recuperación total es pasado de 1 a 2 semanas.
  Si no se trata adecuadamente, pueden surgir complicaciones tales como neumonía, otitis, bronquiolitis (sobre todo los niños).
  Existen GRUPOS DE RIESGO más predispuestos a ser infectados: MAYORES DE 65 AÑOS, NIÑOS, INMUNODEPRIMIDOS, PERSONAS EN PERMANENTE CONTACTO CON GRUPOS DE RIESGO (cuidadores de niños y ancianos, profesionales sanitarios, profesores) y PERSONAS CON ENFERMEDAD CRÓNICA RESPIRATORIA, CARDÍACA o RENAL.

  El profesional sanitario puede recomendar un TRATAMIENTO SINTOMÁTICO, esto es, para aliviar la sintomatología: ANTIPIRÉTICOS (bajan la fiebre), ANALGÉSICOS (calman el dolor), ANTIGRIPALES, REHIDRATACIÓN, REPOSO en cama al menos 3 días, si se puede.
  
También es aconsejable un TRATAMIENTO PREVENTIVO, inoculando la vacuna, sobre todo a los grupos de riesgo. Es el principal método para la prevención de la gripe, sus complicaciones y su dispersión en la población. La vacuna es más eficaz si la exposición a la infección sucede dentro del mes posterior a la vacunación.
  
 Puede ser administrado, bajo supervisión médica, un TRATAMIENTO ANTIVIRAL, que ataca al virus de un modo directo. Aunque la vacunación es el principal método para la prevención de la gripe, los antivirales también juegan un papel importante en este caso, particularmente en los grupos de riesgo, en pacientes para los que la vacuna está contraindicada ó es insuficiente.

   
 Los ANTIBIÓTICOS no matan al virus de la gripe, sólo atacan a bacterias, por lo que su empleo como tratamiento prioritario es DESACONSEJADO. Sólo puede utilizarse como tratamiento conc

omitante en caso de una subinfección bacteriana conjunta a la gripe.

Teresa Gil Alegre. Farmacéutica Adjunta.

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